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martes, 29 de marzo de 2011

fragmento de un fragmento



Con todo lo que se ha colocado en su puesto ya debería tener algo así como el inventario de los requerimientos esenciales para que las cosas marchen de manera que pueda dejar satisfechos a todos, empezando por mí por supuesto.
Hace tiempo, poco la verdad, las cosas fuera de lugar tenían color. En estos días se supo que eso había sido un invento de alguien que tiene el poder de hacer nacer o al menos acceder a la sensación maravillosa y dolorosa de la vida. Nadar entre la piel de deidades como la que refiero debe ser como vivir en el liquido de la barriga de mamá, vivir sin necesidad de respirar, con los ojos que miran a centímetros (dos o tres) como única luz. Y fue hace poco tiempo, y quizá sea por eso que se espera su regreso. Por supuesto sabemos que eso no tiene porque suceder. Eso alienta la esperanza de que pase porque la primera vez que paso no tenia porque pasar y luego ahí nos tuvo el mundo, ahí nos tuvo la luz del sol, la luz de la luna, la de alguna luciérnaga extraviada; y el suelo, la hierba desnuda de los alrededores de la ciudad, la ciudad desnuda, el enojo de los que viven en la ciudad vestida.

lunes, 28 de marzo de 2011

GENERACIONES


Lo mejor será, o no, ni siquiera se puede establecer los límites, si la palabra está bien utilizada, así que no hay manera de estableceR lo mejor. Por lo tanto, de las consecuencias adversas tampoco se puede establecer momento ni parámetro.
Impensable en este momento dedicarle tanto tiempo al inventario personal de desilusiones, desfaces, terquedades, o paradas, que aunque inesperadas, otrora no dieron la sensación de que se hubieran salido de madre.
Pero cuando ya estas con los ojos en la nuca, y preguntándote a cada momento por el objeto que no  está en su lugar donde, debe ser que algo está fallando, peor es cuando la escasez se percibe, aún cuando, los ojos de la nuca se intenten volver a su posición inicial. Ahí empieza  el otro problema: que los ojos no vuelve a ver de frente sino que soslayan todo. Así es muy difícil. “mis  días se gastan de par en par”
 
Como se corre el riesgo de romperse el alma inmediatamente después de alcanzar la certeza de que la misma existe, el resto del camino por andar, desde el segundo siguiente al punto del des(a)tino donde se quiebra la cintura, como los mejores dribladores de la historia, ha de hacerse con la cabeza levantada, y corriendo, pero en puntillas para poder hacer el cambio de dirección en el momento menos esperado para el contrario.

Y como ese riesgo es demasiado grande, no tiene que estar actuando al tiempo con otros riesgos. Hay que cuidar que las cosas giren, en la medida de lo posible,  alrededor del encuentro del alma y su consecutivo rompimiento.

Al amanecer, al cambiar la luz de lugar, al cambiar el punto de máxima atención, la cara se hará como una uva pasa, sobre todo en la parte donde los ojos se quedaron sin juntarse. Que lo primero que miren mis ojos al despertar sea la parte interior de los párpados, la luz puede esperar. Hay que prepararse para lo demás.

viernes, 25 de marzo de 2011


Su cara es sencilla y bella.
Antaño miró al oeste. A ese lado encontró mi figura. Yo me veía perdido.
Ella grito mi nombre. Cuando encontré sus brillos el mundo cantó para mi. Tras la caricia suave de su mirar todo se hizo calor, sonido de viento despeinando el bosque, hacedor y transformador de sensaciones.
Figuras y sonidos fenomenales nacieron en las piedras incrustadas en las mascaras de la cotidianidad.
Su voz del mundo nunca más se fugó. Voló al manto azul del sueño y plantó sus raíces en un jardín de flores amarillas junto a los gritos inmortales del agua. Allí creció en esbeltez y fragancia, en color y  sonoridad, se convirtió en un árbol de hojas sensibles que cantan junto al viento
Su cara es sencilla y bella.
Antaño miró al oeste. A ese lado encontró mi figura. Yo me veía perdido.
Ella grito mi nombre. Cuando encontré sus brillos el mundo cantó para mi. Tras la caricia suave de su mirar todo se hizo calor, sonido de viento despeinando el bosque, hacedor y transformador de sensaciones.
Figuras y sonidos fenomenales nacieron en las piedras incrustadas en las mascaras de la cotidianidad.
Su voz del mundo nunca más se fugó. Voló al manto azul del sueño y plantó sus raíces en un jardín de flores amarillas junto a los gritos inmortales del agua. Allí creció en esbeltez y fragancia, en color y  sonoridad, se convirtió en un árbol de hojas sensibles que cantan junto al viento